Yo, es una palabra peligrosa. Porque cuando hablas de yo, dices tonterías maquilladas de un gran trasfondo. Yo, sin embargo también es algo, ese algo que te forma y te transforma día a día no es más que yo. Yo, es es de mi, y mi pertenece a mio. Así tenemos que mio, mi y yo: es uno solo. Ellos son parte de mi y forman un conjunto. Yo, no me preocuparía por mi, de cualquier forma siempre tiene a ellos. Ellos son de nosotros, y nosotros es el conjunto dónde está yo. Si ellos son nosotros, entonces nosotros somos ellos así, yo, mi y mio: son de todos.
Yo no me preocuparía por mi, mi es de mio, y lo mio soy yo.
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